Por Eduardo Stanley
Desde el comienzo de la pandemia —en marzo 2020— unas 5.000 personas dedicadas al cuidado de niños en el estado perdieron sus empleos. A diferencia de otras áreas de la economía, estas cuidadoras no han recibido apoyo financiero del estado federal o estatal.
Para llamar la atención del gobierno de California, decenas de estas trabajadoras y organizadores del Sindicato de Trabajadores de Servicios (SEIU, por sus siglas en inglés, o Service Employees International Union) realizaron una caravana frente al edificio estatal de Fresno el pasado miércoles 30 de septiembre, pero antes celebraron una conferencia de prensa para dar a conocer su situación.
“Yo cuido principalmente niños de jornaleros agrícolas en el Condado de Monterey desde hace tres años, de esta manera sus papás y mamás pueden ir a trabajar al campo.”, dice Maribel Reinoso. “Ellos son trabajadores esenciales, no se pueden quedar en sus casas a cuidarse, entonces nosotras también somos esenciales y arriesgamos nuestra salud en estos tiempos difíciles”.
Estas cuidadoras de niños trabajan principalmente en sus casas y son reconocidas por el estado. El sindicato SEIU estima que unos 50.000 niños y niñas en California han sido afectados por el cierre de estas guarderías en el hogar.
“Debido a un posible contagio, tuve que cerrar 14 días”, comenta Reinoso. “Pensé que el estado nos podía ayudar pero no fue así”.
Debido a la crisis de salud, miles de personas han perdido sus empleos y también miles de negocios han cerrado sus puertas definitivamente. El presidente Trump se negó a otorgar otro subsidio a los trabajadores —inicialmente sería de $1.500 por persona— y prometió que lo haría “después que gane las elecciones”. Muchos analistas aseguran que esta conducta equivale a un chantaje, ofreciendo ayuda económica solamente si es reelegido.
Mientras tanto, los trabajadores batallan para comprar alimentos y pagar alquileres.
“No es hora de recortar el presupuesto sino de aumentarlo”, dice Reinoso. Las posibilidades de recortes en el presupuesto estatal son altas debido a la difícil situación de la economía del estado, producto de la pandemia y también de los terribles incendios que afectaron a California.
Decenas de cuidadoras de niños se unieron al sindicato SEIU este año en un esfuerzo por presionar a las autoridades. Parte del recorte afectaría la ayuda que reciben muchos empleados y trabajadores para el pago de cuidado infantil. De ser así, esta medida tendría un impacto directo en las guarderías.
“A nosotros al principio nos pidieron que apoyemos a los trabajadores esenciales para que ellos puedan ir a trabajar mientras cuidamos a sus hijos”, dijo Reinoso. “Estos trabajadores van al trabajo con miedo a contagiarse, pero no pueden quedarse en sus casas. Y nosotros también tenemos miedo”.
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Eduardo Stanley es el editor de Community Alliance.