El Primero de Mayo de este año en el Valle Central fue un día de acción centrado en las políticas de deportación masiva de la administración Trump y en defensa de los trabajadores inmigrantes y sus familias. En todo el país, se realizaron manifestaciones en casi 1,000 ciudades.
Cerca de 400 personas asistieron a una manifestación y marcha en el norte de Fresno, organizada por la Coalición del Primero de Mayo de Fresno por Reforma Inmigrante y los Derechos de los Inmigrantes. La coalición emitió un comunicado en el que afirmaba que este año “es más crucial que nos unamos para defender, impulsar y organizar a nuestra comunidad, ya que nuestra democracia y nuestras comunidades están bajo ataque”.
“También nos unimos a las protestas masivas en todo el estado y el país en el marco del Día Internacional de los Trabajadores, que exigen el respeto y la dignidad de nuestras comunidades”.
Entre los oradores de la manifestación de Fresno se encontraba el reverendo Tim Kutzmark, de la Iglesia Unitaria Universalista de Fresno, quien declaró: “Somos una de las congregaciones del Valle que se opone a la administración Trump”. Cuando pienso en la administración, pienso en tres palabras: inmoral, ilegal e inhumano.
Cuando Leonel Flores, maestro de ceremonias del evento, le preguntó si la iglesia brindaría refugio a los trabajadores indocumentados, Kutzmark respondió que sí.
“Estoy aquí como inmigrante, estoy aquí como mujer, estoy aquí como musulmana”, anunció Sukaina Hussain, del Centro de Políticas para Inmigrantes de California, “y estoy aquí como una de las comunidades que ha sido atacada por esta administración”.
Expresó su preocupación por el plan de Trump de recortar 880 mil millones de dólares en fondos de atención médica para el programa Medicaid. En el condado de Fresno, más de la mitad de la población depende de Medi-Cal.
El reverendo Dr. Floyd Harris, de la Iglesia de Dios Nueva Luz para Nueva Vida, dijo que vino desde el oeste de Fresno para “solidarizarme hoy con ustedes. Mis antepasados pasaron por lo mismo que tú. La única razón por la que lo superamos fue porque nos alzamos y luchamos. A veces hay que ir a la cárcel. Los Viajeros de la Libertad fueron a la cárcel.
“No hay inmigrantes ilegales en ningún lugar del planeta Tierra… Enséñenles a sus hijos que tenemos que levantarnos y luchar”.
El alcalde de Huron, Rey León, se dirigió a los manifestantes en español, señalando que la ciudad de Huron, con sus trabajadores agrícolas, se ha declarado formalmente “ciudad santuario” para proteger a sus residentes indocumentados de la amenaza de deportación.
La resolución de santuario del 15 de enero, aprobada por el Ayuntamiento de Huron días antes de la toma de posesión de Trump, prohíbe el uso de recursos o personal de la ciudad para apoyar las acciones federales de control migratorio, excepto cuando se trate de un delincuente convicto.
La resolución también afirma que todos los residentes, independientemente de su estatus migratorio, tendrán igual acceso a los servicios, programas e instalaciones de la ciudad sin temor a discriminación ni represalias.
La manifestación en Fresno fue diversa y multi generacional. Sandra, estudiante de la Universidad Estatal de Fresno, dijo: “Lo que está sucediendo es increíble. Trump está secuestrando y deportando personas a lugares como El Salvador. Está violando la Constitución y su derecho a un juicio justo. Ahora es el momento de hacer todo lo posible para defender a los inmigrantes”.
“Tenemos que alzar la voz, tenemos que salir a la calle y tenemos que detener a este gobierno ahora, antes de que sea demasiado tarde”, dijo Emma, una anciana de Fresno. “Permanecer en silencio hoy en día es como hacer lo que hicieron los alemanes cuando Hitler llegó al poder”.
Miguel, un joven de Madera, declaró que sus padres eran trabajadores agrícolas indocumentados. “Llevaron una vida difícil para mantener a nuestra familia. Debemos respetar a todos los trabajadores inmigrantes. Aportan mucho a este país”.
