Poema por Aideed Medina
Madre azul, rebozo de agua dulce,
y agua marina.
Madre eres por dar vida, madre aún más por como guías y cuidás. Madre, brazos abiertos, corazón dispuesto a dar todo.
Madre cría sin tener que dar a luz, madre da conocimiento, alimentación divina,
de pecho y cuerpo entero, con sus manos sobre las mías.
Madre eterna, en lo visible de mi rostro, y lo que comparto de mi misma.
Por ti, soy madre.
Enseñanza viva, de mi nace tu legado, de mi corre tú amor por la tierra y todas sus criaturas, de luz y oscuridad.
Para encontrarte, madre mía, solo tengo que abrir mi pensamiento.
Allí estás, gran semilla, árbol de la vida, raíz infinita.
En mis hijos veo tus nuevos racimos, y al hablarme escuchó tu voz, echó de mi origen.
Esa es la sabiduría que me diste madre,
que lo que se da, siempre regresa, y sigue mucho más allá de lo presenté.