Por Stan Santos
1492: llega Colón a unas islas, nombrando “indios” a los Lucayan, Taino y Arawak, cuyo número se estimaba alrededor de 300,000. Cincuenta años después, ni dos generaciones habían nacido cuando quedaron apenas 500 sobrevivientes. Historiadores calculan que la población indígena de las Américas contaba con algunos 50 millones.
1519: Hernán Cortés le dice a Moctezuma II, Emperador de Tenochtitlan, “Nosotros los españoles sufrimos de una terrible enfermedad que se puede curar solo con el oro…” Así comienza La Conquista en la que, según el Códice Florentino, mueren más de 240,000 habitantes mexicas. La población indígena de México en 1519 cuenta con 25 millones de seres; 50 años después quedaron 1.2 millones.
Cien años después, de los 50 millones de habitantes originales de las Américas, quedan apenas 8 millones, definiendo así el genocidio más grande en la historia.
El saqueo de un continente
1545 – 1558: descubren las minas de plata de Zacatecas y Guanajuato. Para 1660 al puerto de Sevilla, España, llegaron 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. Un estimado pone a unos cinco mil millones de dólares actuales extraídos de las tierras y montañas de México entre 1760 y 1809, acelerando el desarrollo del mercantilismo capitalista en Europa.
1700: Colonos portugueses, con esclavos, comienzan la extracción total de metales preciosos de Potosí, Zacatecas y Ouro Preto, Brasil. De la pampa chilena sacaron el salitre, de la selva amazónica el caucho; el azúcar del noreste de Brasil, el quebracho de los bosques argentinos y un lago de petróleo del subterráneo de Maracaibo, Venezuela.
La Conquista salvó a España de la bancarrota que resultó de las guerras con los invasores musulmanes. También salvó a Europa del hambre. En la Américas se descubrieron comidas que no existían en Europa, tales como el frijol, el aguacate, los chiles, el chocolate, el maíz, la papa, papaya, cacahuates, la pina, el tomate y vainilla.
Mientras estas comidas comienzan a aparecer en los cultivos y mercados de Europa, en América, los españoles destruyen los enormes cultivos de maíz, yuca, frijoles, pallares, maní, papa dulce. Dejan que el desierto devore las grandes extensiones de tierra que los incas cultivan con sus sofisticados sistemas de riego.
Las tierras fértiles de América, con su cornucopia de comidas desconocidas a Europa, se convierten en plantaciones de los productos de su mayor consumo: el azúcar, tabaco, café y algodón. Los pueblos originarios de esas tierras se convierten en hambrientos esclavos del mercado foraño.
“Y sigue la yunta andando”
Desde entonces la historia del desarrollo de América Latina sigue su marcha. Nacen generaciones de trabajadores latinoamericanos, obrando en industrias controladas por los capitalistas de Europa y Estados Unidos. Pero no dejaban sus productos industriales circular en la economía estadounidense, mas bien se limitan al consumo de los países de Latinoamérica.
Este tratamiento desigual de productos fabricados por manos de trabajadores latinoamericanos sigue hasta que logren instalar el NAFTA, Tratado Norteamericano de Libre Comercio (libre para el norte, no para el sur), CAFTA, el Central American Free Trade Agreement y Columbian Free Trade Agreement.
Al pesar de los esfuerzos del movimiento sindical de los EE. UU., Colombia sigue como el país con mas asesinatos de lideres laborales en el mundo: entre 1986 y 2010, matan a más de 2,800 sindicalistas, con 90% de estos casos sin resolución. De acuerdo con el Reporte Mundial para 2016 del Observatorio de Derechos Humanos, de 2011 al 2015, 121 sindicalistas fueron asesinados.
Y siguen los golpes
Entre 1910 y 1920, durante la Revolución Mexicana, mueren más de 1.5 millones de mexicanos en ambos lados, en la lucha por “Tierra y Libertad”. Luego se dan las guerras civiles y de intervención extranjera en Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
1926: más de 2,300 soldados estadounidenses intervienen en Nicaragua donde se dan combates con los rebeldes del héroe nacionalista Augusto Sandino. Las guerras en Centroamérica contra insurgentes duran más de sesenta años. El caso de Guatemala es el peor, con más de 200,000 muertos y “desaparecidos”, en su gran mayoría de los pueblos indígenas.
1919: Matan a Zapata en una emboscada, y a Pancho Villa en 1923, para evitar su lanzamiento a la vida política. En 1934 muere el héroe de Nicaragua y se instala el gobierno de Anastacio Somoza, cuyo régimen seguirá en el poder durante 45 años. En 1954 militares guatemaltecos mandan al exilio a Jacobo Árbenz, quien luego se suicidará en México.
1970: En un ano, las compañías Anaconda Copper Mining Co y Kennecott Copper, sacaron más de 150 millones de toneladas métricas de Chile. En 1973 después de la nacionalización del cobre, estas compañías, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y fascistas chilenos asesinan al presidente Salvador Allende. Instalan al General Augusto Pinochet, admirador de Hitler y les provee cobre a los transnacionales y refugio a ex-oficiales Nazis.
Durante el mismo periodo fueron objetos de golpes por los poderes de Europa y Estados Unidos varios líderes africanos. En 1961 asesinan al popular líder del Congo, Patrice Lamumba; en 1973 cae en Guinea Bissau el líder Amílcar Cabral resistiendo las fuerzas coloniales del Portugal.
1994: Haiti realiza la primera elección democrática desde su independencia de Francia en 1801. El clero popular, Jean-Bertrand Aristide llega al poder, pero es destituido por golpe militar y lo mandan al exilio. El pueblo reclama su regreso; lo restauran y lo sacan de nuevo, convirtiendo a Haití en punto principal del narcotráfico en el Caribe. Actualmente los haitianos siguen su martirio, sufriendo tormentas tropicales, terremotos y cólera sin el respaldo de un gobierno democrático.
2009: Un brutal golpe de estado saca del poder al presidente progresista Zelaya en Honduras. En 2016, líder ambientalista e indígena Berta Cáceres observa públicamente que en el libro de Hillary Clinton toma crédito por la intervención del Departamento de Estado al lado de los golpistas. Después de amenazas contra su vida por elementos del ejército, la asesinan en su casa.
Al partir de los 1800, con el descubrimiento de máquinas que trabajan con combustible a base de petróleo, el medio oriente se encuentra en llamas. En Iraq, Siria, Libia y otros países vecinos, matan a líderes opositores a las intervenciones y millones de civiles inocentes, “daños colaterales”.
En América Latina y el Caribe viven más de 30 millones de niños menos de 20 años de edad. El número de niños viviendo en las calles son imposibles de definir, los cálculos van de 8 a 20 millones. Cada minuto muere un niño de enfermedad o de hambre.
En su introducción a Las Venas Abiertas de América Latina por Eduardo Galeano, el autor afirma:
“Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan, consumiéndose, mucho más de lo que América Latina gana produciéndose.”
“…la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno.”
Nota: El escritor argentino Eduardo Galeano publicó Las Venas Abiertas de América Latina en 1971. En 2015, “El Gigante de la Literatura de Izquierda Latinoamericana” pasa a mejor vida.
Stan Santos
AlianzadeFresno@gmail.com