Por: Leoncio Vásquez Santos, Director Ejecutivo-Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño.
Ya pasaron las elecciones y ya sabemos que el triunfador de la contienda es nuevamente el Presidente Barak Obama. Hemos escuchado declaraciones por parte de Senadores Federales y de diferentes actores en la política de que este año se tiene que hacer algo al respeto de una reforma migratoria. Hemos oído del propio Obama que si los Senadores no se mueven para redactar una iniciativa de ley, él mismo va presentar su iniciativa. Los días pasan y no vemos avances concretos en el tema. No debemos de esperar sin hacer nada mientras los políticos estén jugando con palabras con la vida de millones de inmigrantes que por años hemos luchado a que se les reconozca sus derechos básico como seres humano. Por lo tanto, ahora más que nunca debemos de participar activamente para hacer oír nuestras voces y unirnos a todos los esfuerzos a través del país. Debemos presionar al Gobierno Federal para que tome seriamente este tema y que no continúe sin justificación alguna como se ha visto en el pasado.
Nosotros, miembros activos de la Coalición Primero de Mayo por los Derechos de los Inmigrantes, nuevamente salimos a las calles de Fresno este Mayo Primero para presionar a los responsables, para que busquen solución a esta enorme y complicada situación en la que se encuentran millones de seres humanos en este país.
¿Porque seguimos marchando año tras año, a pesar de que no nos hacen caso? Exactamente es lo que quieren que hagamos, que dejemos de luchar por nuestros derechos más elementales y que mejor dediquemos al trabajo duro y regresemos a nuestros hogares bien cansados y conformarnos con sentarnos frente al televisor y disfrutar los partidos de futbol o las telenovelas.
Créanme, no es coincidencia, si no todo lo contrario, es un trabajo bien planeado por parte de los poderosos para mantenernos de esta forma y les mantengamos una mayor producción por el costo más mínimo. Mientras ellos se hacen más ricos, nosotros cada día batallamos con la renta, pago de energía, comida, transportación, ropa, escuela y la lista continua. No es coincidencia que mientras tratamos de llevar una vida recta para no causar problemas; conseguimos un trabajo bajo pésimas condiciones y mal remunerado con tal de sostener una familia.
Pero comencemos desde el principio, para ver qué nos trajo al principio de todo, a este país que se encuentra a miles de kilómetros de donde provenimos. Lo primero que escuchamos son: “por la pobreza”, “falta de una fuente de trabajo en nuestros lugares de origen” y “que las cosas se pusieron peor”. ¡¡¡Exactamente!!! Esas son las razones que muchos de nosotros decidimos dejar todo atrás y buscar una manera para sobrevivir. Para nosotros, ya no se trataba de la búsqueda del “Sueño Americano” que tanto pregonan los que invadieron a estas tierras de los hermanos Nativo Americanos. Se trataba de arriesgar todo para poder dar de comer a nuestras familias. Pero porque no preguntamos quienes causaron los problemas en nuestros países para que la situación empeorara tanto. Recuerdo muy bien me contaba mi abuela Ignacia que la enfrentó la misma situación; una pobreza extrema, pero ellos manejaron mantenerse en el país y buscar otra forma de sobrevivencia.
Veamos como comienza todo este relajo de la migración. Cuando los Estados Unidos estaban en la Segunda Guerra Mundial. Pidieron a México mano de obra a través del famoso programa “Braceros”. Enviaron de regreso a México a los braceros, pero vieron su fuerza laboral y la necesidad que enfrentaban, dejaron que la migración de los mexicanos continuara hacia el norte.
De ahí comienza la implementación de la globalización, de hacer negocios en cualquier parte del mundo. Los Estados Unidos aprovecharon de su riqueza para tomar ventaja de todas las oportunidades de intercambiar mercancías con otros países libre de impuestos. En 1994 paso el famoso acuerdo trilateral entre los Estados Unidos, México y Canadá, lo cual devastó de forma total a las comunidades más marginadas que dependíamos del maíz. Corporaciones Transnacionales que producían en los Estados Unidos maíz con subsidio del Gobierno inundaron en los mercados mexicanos, el producto más elemental de las comunidades a muy bajo precio. Este movimiento eliminó totalmente el estilo de vida de las comunidades indígenas que solo dependíamos del maíz para sobrevivir.
Luego para continuar el caos, otras corporaciones transnacionales se transfirieron sus operaciones a otros países como México y Centro América, lo cual comenzaron a contaminar enormemente nuestros recursos naturales que por miles de años los cuidamos con delicadeza porque era fuente de vida. Ofrecían trabajo en pésimas condiciones y una miseria de pago. Regresan a este país a vender sus productos por un costo exorbitante.
Con solo estas dos maniobras, nos estrangularon por completo y nos forzaron salir de nuestros lugares de origen y se aprovechan de nuestro trabajo y sudor por todos lados. Ahora las corporaciones se quedaron para aprovechar y terminar por completo nuestros recursos naturales y mano de obra barata de la poca gente que se quedó en nuestros pueblos. Continúan las mismas prácticas que fueron famosos desde un principio en este país, de tener a sus trabajadores a nivel de esclavitud. Y nosotros que supuestamente huimos de la monstruosidad, nos encontramos en este país muchas veces en peores condiciones; trabajando como esclavos y aguantando todo tipos de atropellos.
Estas son razones muy mínimas por la que algunos de nosotros no nos quedamos callado y no nos damos por vencido, a pesar de las adversidades, a pesar de que pretendan no hacernos caso, continuamos en la lucha. Creemos firmemente que tarde o temprano, esta lucha la vamos a ganar y que algún día, lleguemos a ver una vida de paz y tranquilidad con nuestros seres queridos. O por lo menos que nuestros hijos y sus hijos ellos sean testigo de mejores condiciones y tal vez nos recuerden con orgullo que fuimos responsables por los beneficios que estarían disfrutando.
