El mensaje que la joven Xochitl Rodríguez llevó a los concejales de la ciudad de Delano el pasado 3 de abril fue claro, fuerte y conciso: “No quiero tener 27 (años) y vivir todavía con mi mamá”.
Como Rodríguez, son cada vez más las personas que ven comprometido su futuro pero sobre todo su presente ante la falta de vivienda asequible, ya sea debido a factores inflacionarios como el aumento en los costos de construcción o directamente a la escasez de hogares.
De acuerdo a un reciente estudio de Habitat for Humanity, el país tiene un déficit de 3.8 millones de casas, especialmente en el rango de “precios accesibles para bajos ingresos”. El informe, titulado “2022 State of the Nation ‘s Housing report” califica el déficit como uno de los principales disparadores de los precios de las rentas.
Localmente, la crisis de vivienda afecta de sobremanera a inquilinos que radican en poblados rurales del Valle Central, en muchos casos con empleos agrícolas temporales e ingresos que no van a la par con el incremento en las rentas.
Como es el caso de Oralia Pérez, una jubilada de 68 años, quien dijo pagar $1,000 por la renta de una habitación en una casa de dos recámaras.
Los $840 que recibe de su pensión del Seguro Social no son suficientes para cubrir sus gastos de vivienda, por lo que se ve obligada a trabajar cinco meses al año en las labores del campo.
“Empecé pagando $900 y ahora pago $1,000 y me dijeron que en abril voy a pagar más”, dijo Pérez. “No se puede con eso. No está bien, no es justo”.
Tanto el testimonio de la joven Rodríguez como el de la señora Pérez ante el Concilio, así como la participación de un numeroso grupo de personas en la citada reunión, es resultado de un movimiento que tuvo su origen durante la pandemia.
Las más de 20 personas entre residentes y jóvenes activistas, pidieron al concilio la aprobación de una propuesta de ordenanza de estabilización de renta, la cual surgió de la misma comunidad a través del trabajo organizativo de la Coalición para la Vivienda Justa.
“Algunos de ustedes hicieron promesas de campaña apoyando el tema (control de la renta). Espero que honren sus promesas”, dijo José Orellana, organizador y cofundador de LOUD for Tomorrow, antes de que los concejales emitieran su voto.
LOUD for Tomorrow es una organización juvenil que forma parte de la coalición, la cual incluye a grupos como Central Valley Empowerment Alliance (CVEA), Delano Guardians, Tenants Together, Unidad Popular Benito Juárez, entre otras.
De acuerdo a Orellana el costo promedio mensual de un apartamento en Delano es de $1.468, difícil de solventar para miles de residentes.
Otra persona, quien dijo ser empleado de la empresa de Amazon, compartió su problemática para encontrar vivienda. Con un sueldo mensual de $2.500 y una familia con siete hijos, dijo que no le admiten en una casa de sólo dos cuartos, que es lo que su sueldo le permite pagar. Un hogar con más habitaciones está fuera de su alcance. “Pagar $1,700 de renta es muy difícil, ni trabajando más de 40 horas calificamos. Con estos precios es imposible”, expresó.
Aunque la propuesta no fue aprobada, ya que la Concejal Liz Morris y el Vice-alcalde Salvador Solorio-Ruiz votaron en contra, sí se aprobó un estudio municipal sobre la vivienda, el cual evaluará los costos y viabilidad de una medida como la que se propone, y que fue propuesto por la Concejal Verónica Vásquez.
Vásquez, quien ha mostrado apoyo a la propuesta, instó a sus compañeros a dejar de posponer el asunto. “¿Por qué seguir poniendo esto en espera, por qué tenemos que depender de otros?” cuestionó Vásquez. “Yo estoy lista para ser parte de la solución; nuestro propio estudio traerá a todo mundo a la mesa”, dijo antes de hacer la moción formal que fue secundada y aprobada por los otros concejales.
Cabe destacar que tanto el Alcalde de la ciudad, Joe L. Alindajao, como el Concejal Mario Nuñez no han tomado parte de las discusiones puesto que ambos son propietarios de casas de renta en Delano.
Cómo empezó todo
Un par de meses antes de su participación en la reunión de concilio, la señora Pérez dijo haber estado siguiendo las noticias donde se hablaba del tema de las rentas.
“Yo miraba en la tele que hablaban del concilio y de juntas; dónde se hacen esas juntas, quiero ir”, se preguntaba Pérez según narró en entrevista con este medio. “Yo ya estaba enfadada, la renta sube y sube y el dinero se va en eso”, dijo.
Un día, por casualidad se dio cuenta que una de sus vecinas, Gina Martínez, era organizadora voluntaria de Delano Guardians, quien la invitó a que asistiera a las reuniones. “Sí tenía un poco de miedo, la verdad, pero coraje de que las rentas estén muy caras y las casas en malas condiciones”, dijo Pérez, quien agregó que en su actual vivienda tiene acceso a un baño y una pequeña cocina. Su casero le cobra una tarifa fija por agua, pero nunca les muestra el recibo original del cobro.
“Muchas veces no se animan a reportar desperfectos por miedo a ser desalojados”, dijo Anaí Paniagua, cofundadora de LOUD for Tomorrow.
Aunque la organización juvenil tomó forma desde 2018, como proyecto fiscalmente dependiente del Center on Race, Poverty & the Environment (CRPE), fue en el 2020 cuando entraron de lleno a organizar en torno al tema de la vivienda.
Según Paniagua, tras desalojos injustos por la falta de empleo que generó la pandemia de COVID-19, comenzaron a organizar reuniones comunitarias, en un esfuerzo por encontrar maneras de ayudar a su comunidad. “Técnicamente no teníamos financiación pero encontramos otras organizaciones que estaban hablando del mismo tema”.
Fue así como se acercaron a Tenants Together, organización que, según Paniagua, “Nos ha brindado una valiosa ayuda técnica y orientación”.
El trabajo en Fresno
“En Delano se vienen organizando en el tema de control de rentas por más de un año. A nosotros nos contactaron de CVEA, reunimos a las organizaciones y se formó la coalición”, dijo Shar Thompson, coordinadora regional del Valle Central de Tenants Together.
“Nuestra gente trabajadora que labora en el campo está pagando más del 60 por ciento de su ingreso mensual en renta”, dijo Thompson, “Tener que elegir entre vivienda o comida lo hace más difícil para las personas”.
De acuerdo a Thompson, actualmente Merced es la única ciudad en el Valle Central con una ordenanza de control de rentas, aunque es sólo para situaciones de emergencia.
El trabajo que se está haciendo en Delano, principalmente con la participación de jóvenes es inspirador, según Thompson. “Nos inspiran a seguir adelante y a ser más creativos al organizar”, dijo. “En Fresno estamos un poco atrasados, instamos a los miembros del concilio a ponerlo en la agenda como lo hicieron en Delano. Pero ninguno de nuestros concejales cree que una ordenanza de control de rentas debe ser impuesta en Fresno”, agregó.
De acuerdo a Thompson, los concejales de Fresno creen que el asunto es un tema de oferta y demanda y que una ordenanza de control de rentas afectaría el desarrollo inmobiliario y provocaría que dueños independientes puedan perder sus casas. Son los mismos argumentos que esgrime la mayoría de quienes se oponen al control de rentas.
“Nosotros creemos que el control de rentas es una parte importante que hace a las ciudades más asequibles para vivir y ayuda a los inquilinos a mantener más dinero en sus bolsillos, el cual terminan gastando en la economía local”, agregó Thompson.
Según cifras de Tenants Together, alrededor del 54 por ciento de residentes de Fresno, rentan el lugar donde viven y el precio promedio de un apartamento de dos habitaciones es de $1.400. Thompson dijo que existen otros grupos en Fresno que están
La propuesta y la legislación actual
De acuerdo a Paniagua durante sus esfuerzos organizativos se encontraron con un Concejo Municipal poco comprometido con la comunidad.
Aun y cuando con el anterior alcalde Bryan Osorio se había logrado introducir la redacción de un programa de estabilización de rentas, el tema no figuraba en el plan general para el 2030.
“La Ciudad no se comprometía con la comunidad para encontrar soluciones, es como si nos dijeran ‘así es como no se pueden hacer las cosas’”, compartió Paniagua. No había quien abogara durante las juntas de concilio”.
“Hemos echado la bola a andar y queremos hacerlos (al Concilio) responsables”, dijo
Actualmente, existe una ley estatal de protección de inquilinos (AB 1482) que restringe los aumentos de alquiler a no más de 5 por ciento -más aumento de inflación o CPI- en cualquier periodo de 12 meses, o el 10 por ciento, lo que sea menor.
La ordenanza propuesta en Delano limitaría los incrementos a 70 por ciento del cambio porcentual de CPI y restringiría los aumentos en la renta a no más del 3 por ciento en cualquier periodo de 5 años.
El CPI es un informe mensual emitido por Estados Unidos, que indica el nivel de inflación y el nivel de gasto en bienes y servicios dentro del país.
Los otros argumentos
Los dos concejales que se mostraron en contra de la implementación de la medida argumentaron motivos como los expuestos por algunos propietarios que también se dieron cita en la reunión. Gabriel Rodríguez, jubilado de 60 años, dijo ser propietario “preocupado por el futuro” ya que invirtió en propiedades de renta para poder pagar la educación de sus hijos.
Otro casero invitó a la comunidad a trabajar unidos y tener cuidado con “las voces de afuera”, en clara referencia a la asesoría externa que tienen los inquilinos. Ambos pidieron a los concejales tomar la mejor decisión.
La concejal Morris y el vicealcalde Solorio-Ruiz argumentaron su voto en contra aludiendo razones de oferta y demanda y a que la medida generaría costos de implementación e incremento en impuestos. Ambos negaron haber hecho promesas durante su campaña. “Yo no hice tal promesa, no sé de dónde sacaron eso”, dijo Morris.
Por su parte Solorio-Ortiz dijo que en su campaña habló de “trabajar para controlar la crisis de vivienda y no sobre control de rentas”.
¿Qué Sigue?
Lejos de sentirse derrotados ante la no aprobación de la propuesta, la joven activista y la Coalición ven el lado positivo. Con la orden para realizar el estudio, los recursos de la ciudad, como los abogados, intervendrán en el proceso de redacción para una nueva propuesta.
“Tomamos la medida como un paso hacia delante”, dijo Paniagua, “Nuestros ancestros estarán felices de que podamos poner la muestra de cómo hacerlo”, dijo en referencia al movimiento campesino de los años ‘60s, liderado por Cesar Chávez, el cual consiguió beneficios para los trabajadores agrícolas y cuya cuna fue precisamente la ciudad de Delano.
“Seguimos aprendiendo a medida que avanzamos y queremos poner el ejemplo para que más ciudades en el Valle también lo hagan”, expresó.
Dijo además que en caso de no tener éxito, la coalición considera llevar la medida a las urnas y dejar que los votantes decidan.
O como dijo Arturo Rodríguez, director de organizadores de CVEA, “Lo que dijo el vicealcalde Solorio negando lo que prometió en campaña es una absoluta mentira. Pero que no se olvide que la gente vota y si no cumples, el costo es no ser reelegido. Es la forma en que funciona la política”.