El viernes 24 de junio la Suprema Corte de EE.UU. emitió el fallo más vergonzoso y retrógrado de su historia: declaró que el aborto no es legal en el país. Por 5-4 votos, el fallo llamado “Roe vs Wade”, de 1973, quedó anulado. “Roe vs Wade” fue el fallo de la Corte en 1973 que permitió la legalidad del aborto.
Ahora cada estado puede apoyarse en este fallo y prohibir el aborto, lo cual pone en riesgo la salud (y la vida) de miles de mujeres quienes seguramente recurrirán a abortos clandestinos.
Las que tienen una situación económica aceptable podrán viajar a estados que lo permiten, como California. O aquellas que trabajan en empresas que han prometido a sus empleadas que las apoyarán financieramente en caso de que decidan recurrir a la interrupción de un embarazo—la lista de algunas de las empresas puede verse al final de este artículo.
Los 5 jueces conservadores—nominados por presidentes Republicanos—que votaron para hacer ilegal el aborto son: Samuel Alito (2006), Clarence Thomas (1991), Neil Gorsuch (2017), Brett Kavanaugh (2018) y Amy Coney Barrett (2020).
Como nota adicional, agreguemos que la esposa del juez Clarence Thomas, Virginia “Ginni” Thomas, es una derechista radical que cumplió un rol destacado en el amotinamiento del 6 de enero del 2021 en el Capitolio, cuando los seguidores de Trump quisieron tomar el Congreso y anular las elecciones del 2020 que dieron una amplia victoria al Demócrata Joe Biden.
En California, el gobernador Gavin Newsom emitió un comunicado el mismo viernes 24 en el cual dice “este noviembre los californianos vamos a votar para proteger el derecho al aborto en nuestro estado e incluirlo en la constitución estatal. Porque si no podemos confiar en que la Suprema Corte proteja ese derecho, entonces lo tendremos que hacer nosotros. Las mujeres estarán protegidas aquí, aprobaremos esta propuesta”. Newsom se refiere a una proposición, que de ser aprobada en Noviembre 2022, incluirá el derecho al aborto en la constitución de California, evitando así que una minoría de jueces o políticos lo prohiban.
El Concilio de Inmigración de América (American Immigration Council) expresó que “al igual de la detención de inmigrantes, la prohibición al aborto es una manera con que los gobernantes sistematizan la opresión, el racismo, el sexismo, controlando el cuerpo, la autonomía y la vida de las personas”.
El fallo de la Corte Suprema contra el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos se produce un día después de otro fallo desastroso de esta corte hoy controlada por jueces religiosos y fanáticos. Se trata de la decisión de eliminar una ley de Nueva York que limitaba el derecho a la portación de armas.
Lo que los militantes de la derecha radical no pudieron lograr el 6 de junio—tomar el Congreso y anular las elecciones para mantener así a Trump en el gobierno—lo están logrando cinco jueces inescrupulosos: crear una país controlado por una minoría de hombres blancos que gobiernen sobre la mayoría de personas de color eliminando sus derechos electorales y de género.
Finalmente, destaquemos a las empresas que hasta este momento se han comprometido a apoyar a sus empleadas que decidan interrumpir un embarazo, sea cubriendo totalmente o en parte el viaje a estados donde se practique legalmente el aborto: Starbucks, Tesla, Disney, Airbnb, Zillow, Uber, Lyft, Netflix, Patagonia, Reddit, Levi Strauss & Co, etc.
Activistas de los derechos reproductivos de la mujer piden a los ciudadanos apoyar a esas empresas.
Según el presidente Biden, “esto no va a quedar así”. La lucha parece que volverá a empezar. Queda un largo camino pero con la participación de los ciudadanos—concepto que implica a todas las personas que viven en esta sociedad, sin importar su estatus migratorio—esta insólita y represiva decisión legal se puede revertir.
La noticia recorrió el mundo y dejó estupefacto a millones de personas, especialmente a aquellas que consideraban a Estados Unidos como un país democrático.
Curiosamente, en países como Argentina y México se aprobaron recientemente leyes que permiten el aborto legal y seguro.
La vida de cada mujer cuenta. Y ella decide sobre su cuerpo.
