
El pasado 11 de febrero, unas 80 personas abarrotaron el salón de eventos de la Biblioteca Pública de la Ciudad de Madera para participar de un foro informativo sobre migración en el cual participaron autoridades locales quienes explicaron la responsabilidad de sus agencias y su compromiso con la comunidad.
Concejales del ayuntamiento, supervisores del condado, representantes del Distrito Escolar, el Departamento de Policía y del Sheriff estuvieron presentes. El evento fue organizado por un grupo de mujeres locales, liderado por Rosa Hernández, una madre de 4 hijos originaria de Oaxaca, y con el apoyo de Pan Valley Institute. Estas mujeres trabajan bajo el nombre de Nuu Yavi (“Plaza”, en Mixteco) en Madera.
“En una reunión que tuvimos, después de las elecciones de noviembre de 2024, hablamos de nuestras preocupaciones sobre la nueva realidad política que enfrentaríamos con el nuevo gobierno”, comentó Hernández. “Las mujeres expresaron mucha preocupación, temores y dudas sobre lo que podría ocurrir. Además, cómo estos temores afectarían nuestras actividades y proyectos comerciales”. Este grupo de mujeres colabora en un proyecto culinario dedicado a mantener las tradiciones de la cocina de Oaxaca—a la vez que genera un ingreso económico para sus familias.
“La primera conclusión fue la necesidad de informarnos, y de seguir adelante aunque tengamos miedo”, comentó Hernández. “No podemos escondernos, paralizarnos. Y nos preguntamos, ¿qué piensan las autoridades locales? Hay alguna forma en que puedan ayudar a nuestra comunidad ante esta situación?”
Las mujeres decidieron entonces convocar a una reunión comunitaria e invitar a los líderes locales. Los anfitriones fueron José Eduardo Chavez y Juan Santiago, ambos de origen indígena de Oaxaca y reconocidos en la comunidad de Madera. La reunión empezó puntualmente, con una gran presencia de jóvenes.

En su discurso de apertura de la reunión, Santiago estableció el tono de la misma:“Es un honor estar aquí esta noche para hablar sobre un tema que es profundamente personal para muchos de nosotros, uno que va más allá de la política y golpea el corazón mismo de nuestras comunidades, nuestra economía y nuestra humanidad compartida como nación de inmigrantes.
“En todo el condado de Madera y más allá, los trabajadores agrícolas migrantes trabajan al amanecer y, a veces, hasta el anochecer, realizando un trabajo agotador para poner comida en nuestras mesas. Son el corazón del sistema alimentario de Estados Unidos, pero a menudo se los trata como prescindibles: se los elogia como trabajadores esenciales en un momento y se los ataca con duras políticas de inmigración al siguiente.
“Cuando los trabajadores agrícolas se ven obligados a vivir en las sombras, los cultivos no se cosechan y nuestros negocios locales sufren. Pero más allá del costo económico, hay un costo moral, uno que desafía los valores de justicia, dignidad y respeto que afirmamos defender como sociedad.
“Estamos aquí hoy para decir: basta. Basta de políticas que deshumanizan a nuestras familias y amigos. Basta de redadas que separan a los padres de sus hijos. Basta de leyes que criminalizan la supervivencia”.
El jefe de policía de la ciudad, Giachino Chiaramonte, explicó claramente la función de su agencia en las actuales circunstancias. “Nosotros no compartimos información de los residentes de la ciudad con otras agencias, ni siquiera con el DMV”, comentó. “ICE tiene presencia en Madera, particularmente en la corte, pero no he presenciado redadas en las calles. Tampoco nos informan por adelantado de sus acciones”.
Chiaramonte comentó que ICE puede solicitar ayuda en casos donde las funciones de la policía local sea necesaria, como puede ser violencia o accidentes. De la misma manera, el jefe policial aseguró que cuando hay protestas o demostraciones, sus agentes buscan mantener el orden y evitar casos de violencia, pero no interfieren en la expresión de las personas.
Por su parte, Elia Medina y Alyson Crafton, representantes del Distrito Unificado de Madera, respondieron preguntas de la audiencia, particularmente referidas a la responsabilidad de las escuelas en caso de arrestos de ICE.
“No podemos impedir la entrada de ICE a una escuela si tienen una orden de arresto firmada por un juez, solo podemos documentar el procedimiento y lo reportamos al Distrito”, dijo Crafton. “No compartimos datos personales de alumnos y el personal de las escuelas está entrenado para estos casos, hay protocolos. Las escuelas no piden prueba de ciudadanía a los alumnos”. Ante una pregunta de la audiencia sobre qué ocurre si un padre o madre es arrestada, Crafton dijo que los padres deben actualizar su información en las escuelas y tener un plan de emergencia. “Hay leyes que protegen a los estudiantes, y también hay ayuda psicológica en casos de crisis”.
Los concejales de Madera expresaron su solidaridad ante el sentimiento de los residentes inmigrantes. “No queremos que nadie sea afectado en nuestra ciudad, todos son bienvenidos aquí”, expresó el Concejal Steve Montes. “Madera es una ciudad amiga…Todo el ayuntamiento está aquí en este foro, queremos escuchar y apoyar en lo que podamos”, afirmó Elsa Mejía.
Respecto a la pregunta de si Madera podría ser una “Ciudad Santuario”, el jefe de policía aclaró que California es un “Estado Santuario” por lo que no tiene sentido declarar a la ciudad como tal. Agregó además que una declaración en este sentido podría generar una reacción negativa del gobierno federal, quien podría reducir fondos para la ciudad. “Es importante proteger también a la ciudad”, concluyó.
El concejal Artemio Villegas destacó el aporte de los trabajadores inmigrantes a la sociedad. “Yo soy inmigrante y estuve un tiempo indocumentado… Los inmigrantes mexicanos vienen a trabajar, aportan a nuestra ciudad”.
Pero el presidente Donald Trump quiere deportar a estos trabajadores, a los que llama “criminales, violadores”, aunque no existen pruebas de que los inmigrantes cometan más crímenes que los ciudadanos nativos.
De ocurrir una deportación masiva en Madera, los efectos económicos serían muy graves. La fuerza principal laboral agrícola está compuesta por trabajadores inmigrantes, muchos de ellos indocumentados. Pero también, “si hay deportaciones masivas tendremos un impacto negativo en la recaudación de impuestos”, dijo el Supervisor Robert Poythress. Agregó que los dos partidos políticos “han fallado a los inmigrantes […] No me gusta que los trabajadores tengan que andar escondiéndose”. Y finalmente dijo que “los diputados federales del Valle, como Jim Costa y David Valadao deberían estar en este foro respondiendo preguntas”.
En este sentido, Rosa Hernández destacó el valor informativo del foro y mencionó que es posible que se organice otro similar. “No siempre escuchamos lo que queríamos escuchar, pero pienso que es importante estar informada y la gente vino, hizo preguntas”.
En tiempos oscuros como el actual, una reunión comunitaria como este foro, donde se discutieron soluciones a los temores de muchos residentes y se habló con respeto y todas las preguntas fueron respondidas, puede marcar una diferencia para muchos. Especialmente cuando el objetivo es proteger a residentes vulnerables a los ataques generados por racismo e intransigencia. Y así lo sintetizó Juan Santiago:
“En el centro de esta cuestión hay una verdad sencilla: cuando protegemos a los trabajadores agrícolas y a sus familias, fortalecemos nuestra comunidad. Y cuando nos mantenemos unidos, podemos construir un futuro en el que la dignidad, la justicia y las oportunidades sean para todos nosotros, independientemente de dónde hayamos nacido”.

Protesta Ante Deportaciones Masivas
POR PERSONAL DE COMMUNITY ALLIANCE
El pasado 11 de febrero tuvo lugar en Tulare una protesta por las redadas masivas de inmigrantes indocumentados que inició la administración del presidente Trump. El evento, organizado por activistas locales, se realizó al inicio de la Exposición Agrícola Internacional (World Ag Expo), la cual es visitada por miles de personas cada año en el Centro Agrícola Internacional.
“El significado de esta protesta es la resistencia a las tonterías del presidente Trump”, dijo Roberto De La Rosa, de Porterville, fundador de Hola Raza, organización dedicada a temas migratorios. “Y también tiene que ver con los trabajadores del campo; la mayoría de ellos no tienen residencia legal, pero son la mano de obra de este país. Y también tiene que ver que aquí hay una exposición agrícola internacional donde viene gente de todo el mundo, queremos que la gente vea los dos lados de la situación: los adelantos de la agricultura moderna, de su nueva tecnología, y por otro lado la realidad de los trabajadores”.
De La Rosa mencionó que actualmente hay un fuerte resurgimiento del racismo y la discriminación ante lo cual debemos estar más alertas. Esta situación afecta a nuestras familias y nuestras comunidades. “Esto nos tomó un poco por sorpresa, pero este movimiento ayuda a crear liderazgo”.
En muchas ciudades de EE.UU están teniendo lugar protestas por las politicas arbitrarias de la administración Trump, incluyendo despidos masivos de trabajadores del gobierno, aumento de aranceles a ciertos productos importados, intentos de eliminar el Departamento de Educación, los ataques a la comunidad LGBT y a los programas de inclusión racial.