Por: Leoncio Vásquez Santos, Director Ejecutivo de Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño—Miembro activo de la Coalición Primero de Mayo por los Derechos de los Inmigrantes.
La Coalición Primero de Mayo por los Derechos de los Inmigrantes organizó exitosamente por siete años consecutivos la Marcha Primero de Mayo para seguir impulsando la discusión desde el nivel local por una reforma migratoria para los millones de inmigrantes que ya vivimos en este país. Se vio claramente que esta marcha como en las otras a través del país, no fueron capaz de influir mucho en las discusiones en el Congreso en torno a este tema; ya que desde el Congreso, parece ser que sólo se toman en cuenta los intereses de los opositores de una reforma migratoria con medidas rígidas de protección de la frontera hacia el sur del país.
Sabemos claramente que este tema ha sido controversial y va seguir de esta forma porque ha sido la naturaleza humana; por un lado, existen personas con poderes político, social y económico que quieren mantener la misma cuota y no tienen el menor interés de compartir estos privilegios con personas que son diferentes a ellos. Por otro lado nos encontramos los obreros, las minorías, los inmigrantes que sin entender bien la situación en la que nos encontramos aceptamos todo y seguimos nuestras vidas sin quejarnos tanto, sin cuestionar y muchas veces hasta apoyar al mismo sistema que nos mantiene abajo.
Mientras los organizadores de la marcha en Fresno estaban en diferentes espacios en los medios de comunicación anunciando e invitando a la comunidad en general, pero lo más importante, los que son directamente afectados por este problema, habían personas que consideraban antagónico las marchas diciendo que ellos no tuvieron que marchar en las calles, ni molestar a nadie y fueron beneficiados de la reforma que ocurrió en 1986. Otros decían que por más marchas que se hicieran, nadie nos hace caso. Lo peor de este caso fue lo que yo mismo presencié durante la promoción de la marcha; atendí a una entrevista en una radio local donde el programa se trataba de futbol soccer. ¡Qué enorme impresión me llevé de este programa!!. Por una hora, no dejo de sonar el teléfono de cuatro líneas en ningún momento. Las conductoras estaban tan entradas en la discusión que hicieron lo posible para hacerme unas cuantas preguntas sobre la marcha y la reforma migratoria. Cuatro líneas estaban relampagueando al mismo tiempo y cuando las conductoras levantaban una línea, entraban en las conversaciones sobre los acontecimientos y vida del futbol y hasta pronosticaban lo que iba pasar en el siguiente partido. Nadie que llamo le hizo caso al tema de la reforma migratoria. ¡Qué impresionante! que nuestra sociedad llegara a este nivel de vivir en fantasías del futbol y las telenovelas; un pasatiempo pasajero para no sentir tanto el estrés de la vida diaria. Nosotros platicando y pronosticando con pasión el futbol y las telenovelas, mientras que los poderosos están armando nuestros destino y los destinos de nuestros hijos y asegurar de continuar su estilo de vida a costa de nuestro mano de obra barata y nuestro sudor. Luego cuando vemos las cosas más difícil, simplemente nos quejamos sin enfrentarla con dignidad humana las situaciones vulnerables que pasamos.
Sin embargo, no todo es negativo y con esto no perdemos las esperanzas de que algún día nuestros hijos vean una vida más digna que la están viviendo millones de inmigrantes sin documentos y sus hijos en estos momentos. Los cientos de personas que salieron a las calles de Fresno este primero de Mayo prueba que no todo está perdido, que todavía existen personas despiertas y con convicciones de llegar hasta en las últimas consecuencias en busca de esa anhelada vida donde todos los hombres, mujeres y niños sean tratado de igual manera en todo los sentidos, sin importar su color, raza o genero. Los cientos de personas que salieron con sus hijos a gritar consignas, “¿qué queremos”, “una reforma migratoria”, “¿cuándo lo queremos?, “ahora”. “De norte a sur de este a oeste, esta lucha la ganamos, cueste lo que cueste”, enseñaron a sus hijos el valor de enfrentar y luchar en contra de las injusticias.
Y continuamos, la marcha no es lo único que hacemos. No solamente nos gusta gritar en las calles y llevar nuestras consignas para reclamar lo que es justo. Para educar a la sociedad que oponen a la inmigración humana que ellos al final de todo son los causantes, por permitir a su Gobierno meterse las manos y tratar como títeres a los gobiernos de nuestros países de origen para extender sus negocios capitalista y sacarnos a la fuerza de nuestras comunidades. Nos reunimos con los congresistas federales para seguir presionando a que no quiten sus dedos del reglón y que empujen para que ocurra una reforma real y justa este año. El 20 de Mayo, por lo menos un autobús de personas salimos a Sacramento para participar en el evento del “Día del Migrante” y mostrar nuestras presencia en las afueras y adentro del Capitolio Estatal para que el Gobierno estatal haga el mismo trabajo de implementar leyes que sean menos hostil a los inmigrantes y que detengan a las leyes que han afectado a los inmigrantes a nivel estatal; como pasar una ley que permita obtener licencia de conducir, pasar el Acta de Confianza para que no haya mas colaboración entre la policía local y la agencia de inmigración, revocar el programa de Comunidades Seguras y 287g.
Hace apenas una semana, una coalición de organizaciones oaxaqueña pasaron una resolución de apoyar en este proceso y respaldaron la propuesta del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) y están pidiendo a los representantes de las organizaciones que movilicen a sus miembros para apoyar directamente en las acciones en torno a este tema.
Por lo tanto, a pesar de que muchas personas están viviendo la fantasía que ofrece esta sociedad, hay otras personas más consciente de la realidad que vivimos y contribuyen con su mano de obra y de manera económica para remediar un poco la situación.