La Importancia de Votar por Biden-Harris

La Importancia de Votar por Biden-Harris
El candidato presidencial Demócrata Joe Biden. Foto tomada del internet

Por Gabriel Lerner

Faltando pocas horas para las elecciones presidenciales, parecería que nunca hubo una alternativa más clara que la de este ciclo. Tanta es la calamidad que el titular Donald Trump ha significado para nuestro país y nuestra comunidad. Nos tiene exhaustos con sus mentiras incesantes, sus medidas malpensadas e impulsivas, el crecimiento de la desigualdad que promueve, la constante injusticia bajo su gobierno y su continuo intento de dividir a la gente.

A pesar de ello, y por extraordinario que parezca, el mandatario cuenta con el apoyo de un sólido 40% de los votantes, independientemente de las trágicas consecuencias que cuatro años más de su gobierno puedan causar al país y al mundo. Independientemente de la incitación a la violencia y la ilegalidad que viene directamente del personaje. Un apoyo irrestricto de quienes creen que significan algo para él, cuando a Trump no le importa nada que no sea él ni aprecia nada fuera del dinero, el poder y la fuerza. 

Como se sabe, entre nuestra comunidad, históricamente, más de la mitad de los latinos con derecho al voto se mantuvieron en el pasado alejados de las urnas. Una lacra que ha perjudicado la imagen de la comunidad, y mermado el respeto que merece.

Una indiferencia que es doblemente trágica cuando ha subido verticalmente el número y la proporción de latinos con derecho al voto, y cuando la comunidad sufre ataques directos y arteros.

Trump, dice su exabogado personal Michael Cohen reconoce que “nunca recibiré el voto hispano”, porque “al igual que los negros, son demasiado estúpidos para votar por Trump”. 

Pero también es cierto que entre los simpatizantes de Trump hay numerosos latinos —entre 26% y 30% del total. Especialmente espeluznante porque el apoyo no merma, aunque él haya emprendido desde 2016 una campaña de hostilidad y desprestigio contra esta comunidad en general y la inmigrante en particular. 

Y claro, un apoyo que se explica porque en realidad lo del “voto latino” es un espejismo, una figura imaginaria, si consideramos las opuestas concepciones del mundo que tienen, por ejemplo, las comunidades de inmigrantes cubanos y venezolanos en Florida, y los latinos en California.

Sin embargo, es una realidad que Donald Trump ha sido un desastre para el país entero. Pero son especialmente notables su arrogancia y desprecio por la comunidad latina. Ha elegido asegurar el apoyo irrestricto y entusiasta de los supremacistas blancos en lugar de los hispanos.

Más allá de su estilo, sus políticas atentan contra nuestra comunidad y la sociedad entera.

No es esta una cuestión secundaria. Los latinos serán este año el más importante grupo minoritario de votantes, con 32 millones con derecho al voto. Su proporción es aún mayor en estados claves como Florida, Colorado, Nevada y Arizona. 

De ahí la urgencia de este llamado

Los latinos no olvidan ni podemos olvidar que Trump ordenó la separación de miles de niños de sus padres cuando las familias solicitaban asilo legalmente. Que con el fin de intimidar a la población mandó colocar a esos niños en jaulas, como si fueran animales. 

No olvidan ni podemos olvidar que después de simular simpatía por los más de 700,000 jóvenes de DACA, cuyos padres los trajeron al país de niños y que son estadounidenses en todo menos el papel migratorio, intentó cancelar el programa y poner a sus miembros a un paso de la deportación. 

No olvidan ni podemos olvidar su grito de batalla por un muro “por el que pagará México” entre ambos países, símbolo de una ideología supremacista de rechazo y hostilidad.

De ser reelecto, Trump seguirá usando fondos del Pentágono para finalizar el inútil muro, pese a no contar con el visto bueno del Congreso, e implementará medidas adicionales, a cual más cruel, contra los inmigrantes. 

Joe Biden, tanto en su acción pretérita como en sus planes de ser electo presidente, es lo opuesto. En materia migratoria, Biden anulará las restricciones innecesarias establecidas por Trump. Biden será capaz de llevar adelante una reforma migratoria sensata que beneficie a quienes viven aquí hace muchos años, trabajando, pagando impuestos y sin problemas con la ley. 

Quizás no es lo mismo que garantizar la legalidad y la ciudadanía a quienes son indocumentados. Pero no es real, y es un contraste estrepitoso con lo que tenemos hoy. 

Por supuesto que las diferencias entre los candidatos van mucho más allá del aspecto migratorio. Resaltan en los temas más importantes de la economía, la seguridad, la lucha contra el coronavirus. 

Trump niega la crisis económica que su desastrosa política respecto al COVID-19 ha causado e insiste en medidas unilaterales y contraproducentes que beneficien solamente a los multimillonarios. Biden, sin que sea necesaria mucha imaginación, lanzará un plan nacional bipartidista de progreso, reconstrucción y desarrollo. 

Las diferencias de política palidecen cuando pensamos en el caos y la violencia promovidas por un megalómano narcisista y autoritario a quien nada detiene en su enfermiza adicción al poder total.

Recalquemos también que Joe Biden no solamente representa el “no Trump”. 

Es un respetado estadista demócrata con amplia trayectoria en el gobierno y consabidos logros como senador y durante sus ocho años de vicepresidente bajo Obama. 

Un voto por Biden y contra Trump es un voto por el inicio del regreso a la cordura; por el fin de la incitación chauvinista y racista que lamentablemente ha atraído a un considerable segmento del pueblo estadounidense. 

Un voto por Biden y contra Trump es un voto para combatir el coronavirus con la guía de científicos y es su tarea más urgente. Es un voto para atender con urgencia y sin dilaciones el desastre inminente del cambio climático con base en la cooperación internacional. Es un voto para salvar la cobertura médica a la población del daño causado por Trump, poniendo a disposición de los no asegurados un plan de seguro público como Medicare, con subsidios para quienes tienen ingresos bajos y moderados.

Más allá de planes y promesas, Joe Biden representa la esperanza de una reconciliación nacional urgentemente requerida.

Porque la otra alternativa es la destrucción y el caos a manos de un personaje inepto. Cada día que pasa con Donald Trump en la Casa Blanca es de un creciente peligro para la población.

Y aunque las encuestas señalan ventaja para Biden, la contienda es cerrada y el presidente tiene aún probabilidades de ganar. Que no quepan dudas al respecto. Puede ganar, y si los resultados serán reñidos, lo tratará de hacer mediante los tribunales, la Suprema Corte, las fuerzas paramilitares a su disposición, las policías cuyos agentes le son fieles más allá de la legalidad, la supresión del voto de las minorías, la sumisión de los políticos republicanos en el Congreso, el Senado, las gubernaturas, la apelación a cada uno y a todos los resultados adversos por sus abogados, la complicidad del secretario de Justicia dispuesto a extraer la última gota de ventaja de su posición privilegiada.

Por ello llamamos a votar, entre hoy y el 3 de noviembre, por Joe Biden para Presidente de Estados Unidos.  

Y recuerda a sus lectores que estas son las elecciones de mayores consecuencias en los últimos 100 años, y que, más que nunca, cada voto es crucial.

*****

Gabriel Lerner es el editor de La Opinión, de Los Ángeles.

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  • Community Alliance

    The Community Alliance is a monthly newspaper that has been published in Fresno, California, since 1996. The purpose of the newspaper is to help build a progressive movement for social and economic justice.

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