Es patético mirar como el partido republicano está usando a los trabajadores agrícolas del área de Mendota para promover su agenda política. Los republicanos argumentan que la escasez de trabajo se debe a la falta de agua y que la comunidad de Mendota es un ejemplo real del impacto negativo de esta negligencia. ¿Desde cuándo se preocupan los republicanos por las comunidades campesinas y sus familias? Veo esta actitud más hipócrita que verdadera. Hago dicha aseveración tomando en cuenta el hecho de que los republicanos les han negado a los campesinos y sus familias las oportunidades de progreso e integración educativa y socio-económica en la sociedad estadounidense. Ejemplos de dichas oportunidades están relacionados a temas de salud, crimen, seguridad, licencias de manejo, igualdad entre otros temas. Sin embargo, vamos a enfocarnos el tema relacionado con el acceso a los estudios universitarios para las hijas e hijos de nuestros campesinos.
Sabemos por medio de las estadísticas del censo y otros medios que la economía del área de Fresno está basada un 90% en la agricultura. Estas mismas estadísticas también nos señalan que aproximadamente 93% de la mano de obra requerida es abastecida por campesinos indocumentados. Habiendo dicho esto,…esta gente trabajadora se me merece el derecho (o el “privilegio” para algunos conservadores) que sus hijas e hijos tengan ese acceso a estudios universitarios. Esto es solamente lo justo dado que los campesinos han contribuido significativamente a su comunidad y a la economía en diferentes niveles. Estoy seguro que algunos rancheros republicanos, valientes y conscientes (quienes tienen un enorme poder político) querrán saber cómo es que ellos pueden apoyar esta causa justa y humana para sus empleados y sus hijas e hijos. Si me permiten les puedo sugerir aprobar un par de leyes que apoyan y facilitan una educación universitaria para estudiantes indocumentados.
Para empezar, estudiantes indocumentados en California se beneficiarían enormemente con la aprobación de El Acta de Sueño de California (The California DREAM Act en ingles). Esta acta está compuesta por dos proyectos de ley: La AB 130 y la AB 131. Ambos proyectos de ley requieren que el estudiante cumpla los requisitos de la ley AB 540 que permite a un estudiante indocumentado pagar colegiatura del estado y no como estudiante extranjero (que puede ser hasta seis veces más). La AB 540 requiere que el estudiante indocumentado al menos haya asistido a tres años de preparatoria en California y se gradué de una preparatoria californiana. El o la estudiante también debe firmar una declaración jurada donde asegura que arreglara sus estatus migratorio en cuanto se presente la oportunidad. Sin embargo, téngase en cuenta que estas leyes no otorgan ningún tipo de amnistía o de ajuste migratorio para el/la estudiante.
La ley AB 130 otorgaría a estudiantes indocumentados el acceso a los fondos no-estatales para becas y subvenciones. Por otra parte, la ley AB 131 otorgaría de manera limitada ayuda financiera por parte del gobierno estatal a estos estudiantes. Además permitiría que los estudiantes de colegios comunitarios puedan solicitar la exención de cuotas (esto cubriría la colegiatura del colegio comunitario).
Ahora si estas personas conscientes quieren apoyar la propuesta a nivel nacional que es la Ley del Sueño Federal, pues mucho mejor. Esta ley proporcionaría una vía hacia la legalización para muchos estudiantes indocumentados si hacen una de dos opciones. Una, que se inscriban en una institución universitaria de dos o cuatro años. O dos, que se enlisten en el ejército. Cabe señalar que esta vía es condicional y que no todas las personas o estudiantes sin papeles califican. Quizás estos proyectos de ley no sean los mejores para muchos, pero definitivamente es un primer paso.
Los republicanos no solamente deben mirar como una posesión valiosa a estos individuos tan resistentes y quiénes son unos empleados que siempre se parten el “lomo.” Debe apreciárseles como humanos quienes contribuyen significativamente a la economía agrícola y en general a sus comunidades. Es hora de reconocer el enorme sacrificio y el arduo trabajo de nuestros campesinos. Una pequeña muestra es otorgándoles a sus hijas e hijos el acceso a una educación universitaria y crear un camino hacia la legalización y su incorporación completa a esta sociedad estadounidense. Este será un gran paso en mostrar esa apreciación por ese trabajo incondicional e implacable que el campesino da en los ranchos que ayudan a sostener al mundialmente conocido “canasto de pan del mundo;” es decir el Valle Central de San Joaquin.
