Por Julio César Ocaña
Nota del Editor: el autor de esta nota se refiere a Félix Salgado Macedonio, candidato a gobernador del estado mexicano de Guerrero por Morena, el partido creado por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Salgado Macedonio es una figura controversial y actualmente enfrenta las acusaciones de varias mujeres por acoso sexual.
A Pancho Villa, “y sus dos viejotas a la orilla”, nadie le reclama haberse servido (a placer) de al menos una centena de mujeres. Tampoco a Juan Charrasqueado, que a las mujeres más bonitas se llevaba y de aquellos campos no dejaba ni una flor; ni a Gabino Barrera, que dejaba mujeres con hijos por donde quiera… Por el contrario, hasta les compusieron corridos y fueron, en su momento, objeto de admiración y envidia.
Hoy los tiempos son distintos, nuestra realidad social es otra y los individuos que aspiran a representar y a gobernar al ‘pueblo’ deberían ser los primeros en conocer esa nueva realidad social, los primeros en entenderla y los primeros en adaptarse a ella. Hoy no basta que un dirigente social y político sea un conocido luchador social y un arrebatado paladín de la ‘democracia’. Hoy, las mujeres y amplios sectores de la sociedad exigen de sus líderes empatía y respeto a sus dignidades y a sus causas.
En el caso de Félix Salgado Macedonio (infortunadamente apodado “el toro sin cerca”), algunas y algunos ciudadanos apelan a su larga trayectoria como opositor de los nefastos regímenes prianistas, a la vez que minimizan su también conocido curriculum de ‘borracho, parrandero, mujeriego y jugador’ (lo que sea que eso signifique). Él mismo se ha jactado de ello en repetidas ocasiones…
Pero decía que hoy la realidad social es otra. Muchas mujeres y muchos ciudadanos del siglo XXI son intolerantes a la lactosa, como lo son al machismo y a la misoginia. En el México actual, ni Juan Charrasqueado ni Gabino Barrera, pero ni siquiera el afamado Centauro del norte, podrían (ni deberían) aspirar a convertirse en representantes populares. Eso es algo que tanto Félix como sus “fieles” y obnubilados seguidores deberían entender; no menos el indiscutible, único e infalible guía moral de morena.
Que los contendientes políticos del popular estado están aprovechando el fuego encendido por el mismo susodicho y lo están atizando como el diablo les da a entender en el fragor de la contienda electoral, es algo que no debería sorprender a nadie en un país carente de la más elemental cultura política.
Es verdad que el cuestionado candidato goza por ley de la bendita presunción de inocencia… Mas ésta misma pende sobre su cabeza, cual espada de Damocles, como su condición contraria: la maldita presunción de culpabilidad. Sea cual fuere el veredicto final de la justicia en torno a las denuncias en su contra, en términos de política real el electorado de la nueva (y deslactosada) realidad social no tiene el ánimo de tolerar a un individuo como Félix Salgado Macedonio en calidad de candidato a gobernador de la entidad suriana.
Es cierto que hay mucha hipocresía y perversidad entre sus contendientes políticos (tanto internos como externos)… Sin embargo, también es cierto que un líder con el perfil del “toro sin cerca” no encaja en la nueva realidad social del México de hoy…¡Entiéndanlo!
*****
Julio César Ocaña es un pensador y escritor mexicano, estudió Economía Política en Alemania Oriental, su contacto es jcmartioca@gmail.com.