Por Tamara Gruszko December 2018
El Día de Reyes es una celebración que tiene su origen en el Nuevo Testamento y que se festeja el 6 de enero en todo Latinoamérica y también en algunos países europeos. Las costumbres varían un poco de un país a otro.
La Cabalgata de los Reyes, originaria de España donde se visten con trajes del oriente y montan a caballo o en magníficos desfiles de carruajes, forma parte de las festividades en México, Perú y Venezuela.
En Puerto Rico, México y Argentina, la víspera de Reyes los niños dejan en sus zapatitos pasto y agua para los camellos de los Reyes Magos y despiertan al día siguiente ansiosos para ver los juguetes que les trajeron. Esto representa las ofrendas de incienso, oro y mirra, que Melchor, Gaspar y Baltazar le llevaron al Niño Dios, según la creencia cristiana.
En Guatemala, el 6 de enero, Día de la Epifanía, marca el final de la temporada navideña. Norma Pereira, una incansable voluntaria del Condado de Putnam que dedica su tiempo y habilidad como artesana para organizar, junto a otros miembros de la comunidad, un evento anual para el Día de Reyes, aún atesora los recuerdos de su pueblo natal de Santa Rita. Allí se conmemora la llegada de los Tres Reyes Magos con un simulacro de batalla a caballo donde Melchor, Gaspar y Baltasar llegan para darle la bienvenida al Niño Jesús. Los vecinos traen regalos para depositar junto al pesebre y participan de juegos como el palo encebado y disfrutan de ver estallar las bombas pirotécnicas. Las festividades culminan el 2 de febrero, Día de la Candelaria, en que reaparece el “bebé” que fuera robado el Día de Reyes. Ese día el pueblo entero celebra con una comida comunitaria y una procesión en honor de La Virgen de la Candelaria.
Una de las costumbres más dulces proviene de Francia y se remonta a la edad media. La Rosca de Reyes es un pan dulce decorado con frutas y azúcar y lleva adentro un muñequito que representa al Niño Dios. Según la tradición mexicana, la persona que lo encuentra prepara la comida para el Día de la Candelaria. En muchos países se sirven además bebidas tradicionales de maíz como un ponche “caliente guatemalteco” y el chocolate caliente.
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