
Agosto es el Mes de Concientización sobre la Fiebre del Valle, y muchos residentes del Valle desean saber qué la causa, cómo proteger a sus familias, cuáles son los síntomas y las medidas preventivas.
El Departamento de Salud Pública de California (CDPH) indica que los residentes deben permanecer en alerta máxima durante finales del verano y principios del otoño. El CDPH señala que el número de casos de fiebre del Valle ha aumentado significativamente en los últimos años; en 2024, se registraron aproximadamente 12,500 casos en el estado.
La fiebre del Valle (coccidioidomicosis o coccidiomicosis) es causada por un hongo que crece en el suelo y que se encuentra típicamente en algunas zonas de California y el suroeste. El hongo suele afectar los pulmones y causar síntomas como fiebre, dolor en el pecho, tos y cansancio.
UCLA Health añade que la enfermedad puede propagarse más allá de los pulmones e infectar otros órganos como el cerebro. Debido a la naturaleza de los síntomas, muchos asocian la fiebre del Valle con la COVID-19, aunque existen varias diferencias.
El CDPH ha determinado que las personas que trabajan o excavan al aire libre en ciertas zonas de California son más susceptibles a contraer la fiebre del Valle.
Aunque la enfermedad no es contagiosa ni se propaga por contacto, mascotas como perros y gatos pueden contraer la fiebre del Valle. Los bomberos que excavan o mueven tierra para controlar incendios durante la temporada de incendios tienen un mayor riesgo de contraer la fiebre del Valle.
El CDPH recomienda a la población que vigile sus síntomas. Si experimenta dificultad para respirar, cansancio, fiebre y tos durante más de 7 a 10 días, consulte a su profesional de la salud. Normalmente, se nota un deterioro en la salud entre 1 y 3 semanas después de inhalar el hongo.
¿Qué regiones enfrentan un mayor riesgo?
El CDPH señala que la mayoría de los casos reportados en California se encuentran en las regiones del Valle Central y la Costa Central. Los estados del suroeste como Arizona, México, América Central y América del Sur también son zonas de alto riesgo.
Los condados de California con mayor riesgo son Fresno, Madera, San Joaquín, Stanislaus, Kern, Merced, San Luis Obispo, Tulare, Kings, Monterey, Santa Bárbara y Ventura.
Un factor importante que puede aumentar el riesgo de contraer la fiebre del Valle es vivir, trabajar, estudiar o viajar a zonas donde se han reportado casos de fiebre del Valle.
UCLA Health ha concluido que la fiebre del Valle se ve agravada por el cambio climático. La sequía y los inviernos húmedos han provocado la propagación del moho y las esporas por el aire, lo que aumenta la propagación de la fiebre del Valle.
El Dr. Kyle Yang, de UCLA Health, enfatiza que, debido a las condiciones más cálidas y secas, el hongo puede proliferar. “Quizás en unas décadas, la mitad de Estados Unidos sea endémica de coccidios”, afirma. “Debido al cambio climático y al calentamiento global, este hongo endémico se extenderá más y causará más infecciones”.
Mes de Concientización sobre la Fiebre del Valle
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) continúan trabajando en una vacuna contra la fiebre del valle, pero aún no hay ninguna disponible. Quienes viven cerca de obras en construcción o terrenos secos deben procurar permanecer en interiores durante las tormentas de polvo y cerrar las ventanas.
También es recomendable que los residentes eviten actividades que impliquen contacto con la tierra, como la jardinería, y utilicen medidas de filtración de aire en interiores.
Si ha contraído la fiebre del valle, su médico podría recetar medicamentos antimicóticos para prevenir infecciones, especialmente en personas con mayor riesgo debido a problemas de salud.
Los expertos en salud afirman que es fundamental mantenerse informado, educar a otros para crear conciencia y emplear medidas preventivas como el uso de mascarillas al aire libre en condiciones secas y cerca de tierra húmeda antes de excavar para minimizar la exposición.